Hoy he llevado a mi hijo pequeño al hospital. Había que evaluar su crecimiento; si estaba todo en orden.
El médico que nos ha atendido era un geriatra ya que en realidad no estaba en un hospital sino en un geriátrico aunque todo el mundo pensaba que era un hospital. El geriatra, a pesar de que el niño es niño, ha aplicado sus protocolos de geriatra. Después de analizar el colesterol, su corazón y pruebas de Alzheimer, en su «experta» opinión, el niño no tiene ningún problema de crecimiento.
Absurdo ¿verdad? Desde mi elección de hospital hasta el diagnóstico del médico pasando por los protocolos de actuación.
Pues esto que es absurdo es lo que sucede en el caso de muchas empresas de inversión y analistas de inversión.
La mayoría de inversores utilizan los mismos procedimientos, conceptos y herramientas para analizar empresas de larga trayectoria en sectores maduros que para analizar empresas de nuevas tecnologías. A veces, se guían también por las modas: «Health» «Industry 4.0» «Big data» o «Inteligencia artificial»; sin entender ni remotamente la tecnología ni el negocio.
Supongo que alguna vez, alguien con más poder se dará cuenta del despropósito y su relación con el poco dinamismo innovador que sufrimos en Europa.
Esta entrada está dedicada a los auténticos expertos que hacen lo que pueden para manejar protocolos de geriatría cuando deben de diagnosticar a un niño.