Competir, cooperar y servir


Últimamente, estoy leyendo bastante a Nassin Taleb el autor de «El Cisne negro» y otras obras sobre el riesgo, la probabilidad y la variabilidad. Una de las constantes que repite en sus libros es que la «ausencia de evidencia no es lo mismo que la evidencia de ausencia», es decir, el haber visto siempre cisnes blancos no te permite deducir que no existen los cisnes negros. Lo único evidente es que existen cisnes blancos. Poco o nada puedes decir sobre la existencia de cisnes negros.

Me ha venido esto a la cabeza al ver cómo se intercambian y confunden de manera infantil conceptos relativamente sencillos.

Es irónico que una sociedad donde el competir está mal visto, basa su dinámica de relación en la competencia. Muchos políticos quieren impedir que los niños compitan, llegando incluso a impedir que se contabilicen los goles o los puntos en los partidos. Esos mismos políticos construyen sus discursos contra sus adversarios políticos ya que entienden, consciente o inconscientemente, que compiten contra ellos si quieren ganar. La evidencia dice que el que «machaca al contrario», gana. ¿No hay evidencia de que si sirvo mejor al colectivo, ganamos más?

En el mundo de la empresa, nos llevan enseñando más de 40 años que lo importante es competir. La empresa que mejor se prepara para competir es la que acaba dominando el sector. El cliente no es más que un eslabón de la cadena que trata de hacerse con mi margen y yo tengo que hacer lo propio con mis proveedores a la vez que trato de «acabar» con mi competencia. Hay evidencia de que las empresas que mejor compiten son las que más crecen. ¿No hay evidencia de que si sirvo mejor a los clientes, la empresa crece más?

Desgraciadamente, la necesidad de mensajes sencillos nos lleva a mensajes simples cuando no se entiende la complejidad del entorno. Existen cisnes blancos y existen cisnes negros y no hay nada malo en que así sea. ¿No hay evidencia de que competir, cooperar y servir coexisten en la misma realidad?

2 pensamientos en “Competir, cooperar y servir

  1. Hola Iñigo.
    El último de Taleb, Jugarse la piel, es muy interesante especialmente cuando expone la importancia de cuando alguíen se expone en su actividad profesional.
    Una frase que va en contra de las «castas cientificas establecidas»: «Deberíamos conceder más importancia a la investigación que, siendo rigurosa, contradice a otros investigadores, especialmente si implica un coste y un daño a la reputación de su autor.».
    En el fondo que las evidencias se dan cuando uno actua, no cuando dice que planifica.
    Saludos
    Gian-Lluís

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