Hace poco hablando con un conocido sobre si invertir o no en banca, le comenté que lo principal en los bancos no es tanto su cuenta de resultados sino la calidad de sus activos. Dado el volumen de activos de los bancos, muchas veces ni los propios ejecutivos saben qué es lo que hay «metido» ahí dentro. Así que yo no invierto en banca.
En realidad, en cualquier empresa es esencial analizar los activos para saber qué futuro le espera a la misma. Todo lo que está en el activo acaba pasando por la cuenta de resultados. Lo que hay que saber es si pasará aportando beneficio o pérdida. El análisis de activos es mucho más fácil de realizar en el caso de empresas industriales y más si son PYMES.
En el activo, se deben encontrar parte de las fortalezas de una empresa. En el activo, como su propio nombre indica, están los elementos que permiten a la empresa ser activa; tener actividad en el mercado.
Las malas empresas tienen activos poco activos. Son más bien como vertederos. Está todo aquello que el gestor de turno no quiere reconocer como pérdida. Se encuentran saldos de clientes de dudoso cobro o incobrables que se mantienen con la falsa esperanza de que acabarán pagando. Encontramos inventarios que no rotan y que no se venderán jamás con beneficio. También es fácil encontrar máquinas e instalaciones que se usan poco o nada. No es fácil identificar estos activos-vertedero. Incluso los auditores tienen problemas para identificarlos.
Un indicador puede ayudar a intuir rápidamente que el activo está más cerca de ser un vertedero que un almacén de valor: la rotación de activos. Este indicador es la relación entre las ventas totales y el total activo. Esta relación es común para empresas del mismo sector y con modelo de negocios similares. Para el tipo de PYME industrial que tenemos en el País Vasco, a mí me gusta que tengan una rotación como mínimo de dos. Es decir que el volumen de ventas anual sea el doble del total activo medio de la empresa. Cuando está cerca de uno, lo normal es encontrar empresas con problemas de caja y problemas de cuenta de resultados ya que sus ventas se encuentran cerca de su umbral de rentabilidad.
Si tu activo es un vertedero, saca la basura fuera lo antes que puedas.