Tonos de gris


El profesor Pereira nos enseñaba en el IESE que es raro que algo sea blanco o negro; la mayor parte de las veces es gris. El lo aplicaba en contabilidad que era la materia que enseñaba. El sueldo de un comercial que hace prospección comercial es ¿gasto o inversión? El inventario es ¿activo o debe pasar por la cuenta de resultados? Dónde está el valor de la marca ¿en el activo? Y el valor del equipo humano ¿desaparece cuando descontamos el gasto en la cuenta de resultados?

Es raro que alguien tenga toda la razón y más aun en temas complejos. Lo decía Nils Boëhr, premio Nobel de Química, “Una gran verdad es aquella cuya contraria es también una gran verdad”. Edgar Morin le dedicó un libro al asunto “Para salir del siglo XX” en el que abogaba por entender los problemas desde su complejidad. La complejidad consiste precisamente en lo que decía Nils Boehr, en entender que dos posturas aparentemente antagónicas en realidad son complementarias.

Finalmente, y esta es mi aportación personal, los problemas complejos se solucionan mejor cuando se entiende la dinámica de la situación. Por ejemplo, un problema de tesorería no se soluciona solo inyectando dinero en una empresa. Esto es un parche. Si inyecto dinero en la empresa pero la mantengo en la misma situación en la que no ha hecho más que perder dinero, la empresa lo volverá a perder porque no ha resuelto sus problemas. Hay que llevar a la empresa al lugar en el que habrá dinero en el mercado. Hay que llevarla al lugar donde una necesidad mal satisfecha o un problema mal resuelto ofrecen posibilidades de crear una empresa rentable y que genere riqueza para todos los agentes.

Un célebre jugador de Hockey sobre hielo decía que su mérito consistía en intuir donde iba a estar la pastilla para estar allí un instante antes de que la pastilla aparezca. Es parecido a lo que hace Messi: siempre está en el lugar donde el balón llega para rematarla.

Para resolver problemas complejos, es necesario entender la complementariedad de las aparentes paradojas y aprovecharlas para colocar a la organización en el lugar donde mejor pueda realizar su misión en el futuro.

 

 

2 pensamientos en “Tonos de gris

  1. Los grises son mucho más apasionantes de lo que parece. La imaginación ayuda siempre a pensar donde puede estar la solución, también la capacidad para cambiar el registro. |

    Ahora bien, para imaginar de esa manera hay que tener la capacidad de pensar que haciendo algo diferente lograremos resultados diferentes y el coraje para hacerlo.

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    • Hace poco en un libro de innovación leí que si solo puedes imaginar una solución para un problema es que no conoces bien el problema. El acertado y completo diagnóstico es un primer paso fundamental.

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