Desde que trabajo con Julián, @estrategiapi, hemos tenido muchas entrevistas con inventores.

Una de las conversaciones que más se repite es más o menos como sigue:

• Inventor/es: «Nuestro invento es único en el mundo. Nadie ha resuelto esto como nosotros.»
• Nosotros: «¿Cómo soluciona la gente sus problemas hasta ahora?»
• Inventor/es: «Existe la alternativa A y la B pero no son tan buenas por esto, esto y aquello.» (en muchos casos, también añaden que su alternativa es mucho más barata).
• Nosotros: «Y ¿habéis hablado con algún cliente para saber si esto, esto y aquello les importa?»
• Inventor/es: «No» (es la respuesta más habitual)
• Nosotros: «Y no hay nada parecido a lo vuestro en todo el mundo.»
• Inventor/es: «Nada. Somos únicos.»
• Nosotros: «¿Sabéis quiénes son vuestros competidores?»
• Inventor/es: Aquí la respuesta puede ser variada. O no hay nadie; o hay algún otro despistado en Euskadi o no lejos de Euskadi; y en algún caso, hay alguna gran empresa que manda en el mercado.
• Nosotros: «Y ¿habéis analizado el estado de la técnica estudiando las bases de dato de patentes?»
• Inventor/es: «No.»

La conversación suele acabar con una rápida consulta a las bases de datos de patentes Espacenet en la que se descubre que el invento en cuestión o algo muy parecido ya ha sido registrado previamente, normalmente por alguien en Estados Unidos, Alemania o Reino Unido.

Recuerdo una conversación de este tipo, hace unos años, en la que el invento patentado en España a finales de los ´90 era prácticamente igual a una patente americana de los ´50.

Cada vez que analizamos alguna patente preguntamos sobre el estado de la técnica y nos hacemos la pregunta: ¿creéis que es razonable pensar que entre los más de 7.000 millones de personas que vivimos en el mundo a nadie se le haya ocurrido antes esta solución?