
Miguel Pajares
Como casi todo el mundo sabe, el misionero español Miguel Pajares ha sido evacuado a España con el fin de recibir tratamiento contra el virus del ébola que contrajo en Africa trabajando en un hospital que, precisamente, trata a estos enfermos.
Tengo que decir que la reacción negativa de mucha gente en este país me ha sorprendido. España es uno de los países más solidarios y, por ejemplo, lidera a nivel mundial en el ránking de transplantes. Algo sólo posible por la conjunción de un excelente sistema sanitario, una organización estatal de trasplantes ejemplar y una ciudadanía predispuesta positivamente, en general, a la donación de órganos.
Yo he tenido que viajar por cuestiones laborales a países tropicales donde existe el riesgo de contraer enfermedades infecciosas que en nuestro clima no existen. Siempre me he puesto todas las vacunas y seguido todos los tratamientos profilácticos que se me han prescrito. No me hubiera gustado que mis compañeros de trabajo se hubieran negado a mi repatriación al saber que había contraído una enfermedad infecciosa. Creo que no lo habrían hecho.
Por lo que me he informado, la única manera de poder salvar a este hombre es traerlo a su país. El estaba trabajando allí. Yo me pongo en su lugar y hay reacciones que no hubiera querido sentir.
Espero que este hombre se salve por él y para reafirmar la excelencia de unos profesionales sanitarios muy por encima de los mediocres ciudadanos que formamos este país.
Por cierto, siempre es bueno intentar informarse de fuentes adecuadas. Esto es de lo más inteligente que he leído en castellano sobre el ébola y su tratamiento: Ciencias y cosas: Sobre la posible curación del ébola y el suero ultrasecreto. via @Uhandrea.