Recuerdo que en las clases de finanzas durante la carrera de empresariales, los casos prácticos planteaban la disyuntiva entre crecer o rentabilizar. Una empresa debía elegir entre seguir creciendo o rentabilizar la inversión realizada. Daba la sensación, o quizá entendíamos mal, de que crecimiento y rentabilidad eran conceptos opuestos y que no podían realizarse a la vez.
Crecimiento y rentabilidad son dos caras de la misma moneda. Como ya hemos comentado en esta otra entrada, el crecimiento orgánico está limitado por la rentabilidad de la empresa. Decíamos entonces que un modo de calcular rápidamente el crecimiento orgánico es calcular la rentabilidad sobre activos. Esa rentabilidad nos da una orientación de la tasa de crecimiento orgánico posible para la empresa.
Por tanto, cuando decimos que esto de la estrategia de empresa va de crecimiento, desde un punto de vista matemático, podemos decir que esto de la estrategia de empresa va de rentabilidad.
La presentación de esta semana explica esa relación entre crecimiento y rentabilidad. En la presentación, prestad mucha atención a las dos maneras de ganar dinero: es muy importante tener una cuanta de resultados positiva pero igualmente importante es invertir justo lo necesario. Como decía Tom Peters, «si puedes, alquila hasta tus calcetines».
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