Este miércoles y jueves he tenido una doble sesión de formación con un excelente equipo de vendedores, responsables comerciales y de márketing. Esta entrada y la siguiente están pensadas para ellos como resumen (nada exhaustivo) de la labor del vendedor y del responsable de ventas.
Para esta primera entrada, he pensado que una buen opción es darle la forma de decálogo: diez puntos principales para guiar la labor de venta de un buen vendedor. Como suele suceder en estos casos: no están todos los puntos principales que son pero los diez que están, sí lo son:
- El último paso de la venta es la factura. Vender acaba con una factura y su cobro. Es decir, vender trata de concretar unos productos (referencias para fabricación), un precio por referencia y unas cantidades por referencia; sin olvidar la forma y el plazo de cobro.
- El primer paso de la venta es la confianza. Las ventas sólo se cierran cuando hay confianza entre comprador y vendedor. La primera labor del vendedor es contribuir a construir esa confianza. El comprador también debe contribuir a ello.
- La venta es como un viaje. Hay que comenzar por el primer paso (construir la confianza) para llegar al último (hacer la factura). No funciona en otro orden.
- En ese viaje, al menos, participan dos personas: el comprador y el vendedor. Si uno de los dos no quiere, ese viaje no tiene lugar.
- Las personas adultas deciden con libertad. Cada uno de ellos decide si sigue en el viaje o lo deja. Si hay alguien que deja el viaje y la venta no se cierra, hay que respetarlo y el otro tiene el derecho y la obligación de conocer la causa.
- El comprador y el vendedor viajan al mismo ritmo. Yo como vendedor me comprometo a hacer algo (enviar una muestra, enviar el resultado de un test de laboratorio, lo que sea) y el comprador se compromete a hacer algo (analizar la aceptación de la muestra en su organización). Y los dos estamos de acuerdo en cuál es la factura o facturas que se pueden hacer al final del viaje.
- Es más fácil vender lo que el cliente quiere comprar que lo que el vendedor quiere vender. El cliente tiene problemas y necesidades y el vendedor tiene que saber cuáles son para descubrir si con sus productos y servicios, puede solucionarlos y satisfacerlos.
- Hay que ponerse en la piel del comprador. El comprador quiere obtener un mayor valor con tu producto y también percibe riesgo en la elección. El vendedor tiene que ayudar a que el comprador obtenga el mayor valor posible de tu producto y servicio y minimizarle la percepción de riesgo.
- Hay que defender la empresa para la que se trabaja. Hay que hacer entender al cliente que uno trabaja para una empresa y que la relación a largo plazo sólo funciona si las dos partes ganan en la relación.
- Después de cerrar la operación (y emitir la factura), hay que ponerse a trabajar en la siguiente venta.
Pingback: La puta línea de ventas (con perdón). | Handitu