Estoy preparando un módulo de formación en innovación para emprendedores que sea corto, fácil de entender y práctico; que los emprendedores puedan utilizar inmediatamente.
He estado dándole vueltas a cómo enfocarlo. En mi experiencia, una buena práctica debe estar soportada en una buena teoría. Al fin y al cabo, trabajamos y decidimos conforme a una percepción de la realidad propia. Esa percepción de la realidad: lo que tomamos por relevante y lo que obviamos por irrelevante; es la teoría sobre la que funcionamos. Si estamos acertados en nuestra percepción y teoría, nuestras decisiones obtendrán buenos resultados y en caso contrario, no. Esto último suele suceder, en muchos casos, cuando lo que hemos considerado irrelevante, se demuestra que era relevante.
Por tanto, y como suelo acostumbrar a hacer, primero voy a establecer los conceptos fundamentales sobre los que después vamos a construir la práctica.
A la hora de establecer los conceptos fundamentales sobre innovación para un emprendedor, me he dado cuenta que la innovación, desde el punto de vista académico, es un elemento aislado que se puede estudiar de manera independiente pero su práctica está íntimamente relacionada con otros dos conceptos que también en la teoría se estudian de manera independiente: la estrategia y el modelo de negocios.
La estrategia trata sobre el crecimiento; cómo descubrir oportunidades para generar crecimiento aprovechando las circunstancias internas y externas de la empresa u organización. El modelo de negocios trata sobre cómo explotar las oportunidades. Finalmente, la innovación trata de matar los modelos de negocios anteriores ofreciendo nuevas soluciones a los clientes (la destrucción creativa que decía Schumpeter).
Por tanto, la teoría sobre estrategia, la teoría sobre modelos de negocios y la teoría sobre innovación se pueden estudiar de manera independiente pero su aplicación práctica para un emprendedor está íntimamente relacionada.
Siempre he pensado que lo que hace una empresa es parecido a jugar en el mercado. No creo ser muy original, al fin y al cabo, otros antes que yo han utilizado la teoría de juegos aplicada a los negocios. La estrategia de la empresa consiste en decidir qué juego se va a jugar (fútbol, baloncesto, el que sea); el modelo de negocios consiste en decidir cómo se va a jugar («tiqui-taca», contra ataque, etc) y la innovación consiste en cambiar o establecer nuevas reglas (esto, no se puede hacer en los deportes pero sí en los negocios).
En los cursos de entrenadores, tienen asignaturas diferentes para cada parte del juego pero en la práctica hay que combinarlas todas. Así que en estas sesiones de formación trataremos de que finalmente, los emprendedores puedan jugar utilizando y aplicando lo aprendido.
Nota final: todas estas reflexiones me vienen tras la lectura del último libro de Rita Gunther McGrawth, «The end of competitive advantage». Muy recomendable. En un mundo complejo, el emprendedor y la empresa emprendedora deben gestionarse con el liderazgo de alguien que combina estrategia, innovación y modelos de negocios en su toma de decisiones. Otro día hablaré de cómo utilizar las opciones reales para soportar cuantitativamente esta toma de decisiones y su gestión.