La tercera «pata» que analizamos antes de invertir en una nueva empresa de base tecnológica es la de la PI-Propiedad Industrial.
La PI asegura a su propietario el monopolio en la explotación de la idea/invento durante un periodo de tiempo. Imagina que eres el representante de Messi. Tener la exclusiva de Messi da una gran fuerza en la negociación. Una vez que cuentas con un buen activo (un buen invento con un buen potencial de mercado), la PI puede darte una posición de negociación fuerte.La calidad de los títulos de la PI es lo que analizamos. Se trata de averiguar que la idea puede ser la base de un buen negocio y que la protección otorgada por la PI es amplia y difícil de evitar para potenciales competidores.
Es cierto que no es fácil encontrar invenciones que, de una manera novedosa e ingeniosa, resuelvan problemas de interés para el mercado. Lo triste es que, muchas veces, cuando tenemos la suerte de encontrarlas, quienes las tienen no se han preocupado por protegerlas por medio de la PI. De esta manera, se pierden oportunidades de negocio, no aprovechando la ventaja competitiva que otorga la PI. No tener en cuenta la PI como instrumento de competitividad es equivalente a empeñarnos en jugar al fútbol con 10 jugadores. Una forma elocuente de decir el mismo mensaje la expresa la cita de Blaxill y Eckardt: “Innovation without protection is philanthropy” (“The Invisible Edge: Taking Your Strategy to the Next Level Using Intellectual Property”).
Por otro lado, la PI y las patentes en particular no tienen muchas veces «buena prensa»: «Son caras», «no valen para nada», «como soy pequeño no voy a poder pleitear contra los grandes en base a ellas»… Estos son algunos de los comentarios que a menudo oímos en muchas empresas. A desmitificar algunas de estas afirmaciones dedicaremos una futura entrada del blog. También desmitificaremos otras afirmaciones que otorgan un valor intrínseco a la PI y las patentes en particular. La gran mayoría de las patentes (se estima en más de un 85%) nunca generan ingresos. Además, una patente no tiene un valor intrínseco e independiente de un negocio subyacente. La PI no es la solución, es tan sólo un ingrediente más para incrementar la rentabilidad de los negocios.
En nuestro modelo de negocio, la calidad del invento y la fortaleza de la PI que lo proteje es lo que analizamos. Se trata de averiguar que la idea puede ser la base de un buen negocio y que la protección otorgada por la PI es amplia y difícil de evitar para potenciales competidores.
Una buena idea protegida por una PI fuerte, en un sector atractivo y con un equipo de personas excelente son las tres principales bases que buscamos para crear un negocio rentable y de potencial alto crecimiento.
PS: Muchas gracias Julián (es.linkedin.com/pub/julián-de-juan-landaburu/25/7a4/99b) tu revisión y aportaciones a esta entrada
El enfoque de Iñigo sobre la PI es acertado. Efectivamente, la PI no es el único factor pero sí es importante tenerla en cuenta. Pero no solo por monopolizar la tecnología o el producto objeto de la invención -las ideas no se patentan, claro está-.
Proteger y registrar la marca, el diseño o la tecnología no solo es bueno y conveniente para monopolizarlos y para rentabilizar el esfuerzo innovador sino también para salvaguardar la reputación y también para tener un instrumento de licenciamiento posterior.
El estadio siguiente es cómo valorar o tasar esa PI. Se puede. De hecho, lo hacemos.
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Muchas gracias José Luis. Nosotros también tratamos de valorar la PI. Utilizamos diversas metodologías pero lo importante es el propio proceso de valoración. En el mismo, analizamos los potenciales modelos de negocio de la PI y cuantificamos el riesgo.
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