Otro de los filtros que utilizamos a la hora de evaluar una start up o una nueva tecnología que pueda ser base para una nueva empresa, es el equipo promotor.

El principal activo de las empresas son sus personas. Y también son su principal pasivo. Un buen equipo de personas es mucho más potente que cualquier individuo aislado por brillante que éste sea. Cuando una empresa nace, muchas veces es poco más que las personas que la conforman. Por este motivo, es esencial conocer al equipo promotor en paralelo al conocimiento del propio proyecto.

En general, buscamos las siguientes características en el equipo promotor:

1. Un grupo de personas con sentido común.
2. Un grupo de personas humildes, con capacidad de escucha y de empatía (de ponerse en el lugar del otro).
3. Un grupo con conocimientos y experiencias complementarias y valiosas para la nueva empresa.
4. Un grupo generoso que, por ejemplo, no esconda conocimientos o información para tratar de no perder poder. Personas más interesadas en la autoridad que en el poder.
5. Un grupo de personas respetuosas con los demás y que se hagan respetar por socios, proveedores, clientes y otros stakeholders.

Probablemente, esta lista no es exhaustiva pero recoge mi experiencia con grupos de trabajo extraordinarios y exitosos.