Como hemos escrito en los posts anteriores, buscamos para nuestras inversiones tres patas: una buena idea cristalizada en una buena patente; un sector atractivo y un buen equipo humano.

Una vez que tenemos claro que las tres patas sobre las que sustentar el éxito y el crecimiento de la nueva empresa tecnológica son sólidas y permanentes, hay que empezar a hacer el negocio o negocios con la nueva tecnología.

Lo primero que hay que hacer para preparar el despegue del nuevo negocio tecnológico es tener clara la estrategia de la nueva empresa. Para una nueva empresa, la estrategia debe ser algo muy sencillo. En nuestro caso, trabajamos con el equipo emprendedor en la toma de tres tipos de decisiones estratégicas:

1. El ámbito de actuación de la nueva empresa de base tecnológica: qué productos/servicios van a ser prioritarios y cuáles no; qué ámbitos geográficos van a ser prioritarios y cuáles no; qué segmentos de mercado serán prioritarios y cuáles no; qué tecnologías serán prioritarios y cuáles no. En definitiva, se trata de acotar el espacio donde la empresa va a buscar y explotar oportunidades de negocio.
2. Se trata de elegir porqué el cliente va a preferir la oferta de la empresa frente a la competencia y otras alternativas. Dicho de otro modo, cuál va a ser la diferenciación valiosa de la empresa.
3. Finalmente, hay que decidir qué actividades la empresa va a realizar, cuáles va a subcontratar, qué activos va a comprar y qué alianzas va a desarrollar.

Sobre todo en este tercer punto, la decisión estratégica confluye con lo que es el diseño del modelo de negocio; es decir, la lógica del negocio y la subyacente capacidad para crear valor y su captura. Pero de esto, hablaremos en la siguiente entrada.

Fuentes: Donald C. Hambrick y James W. Fredrickson. «Are you sure you have a Strategy?» Academy of Management Executive. 2005. Vol. 19. Nº 4.

http://turbo.kean.edu/~jmcgill/havestrategy.pdf