Estos días se ha escrito mucho sobre el ordenador cuántico de IBM que ha sido adquirido por el Gobierno Vasco para Ikerbasque. Se trata de una inversión de más de 40 millones de € que servirá para que investigadores de Ikerbasque puedan desarrollar proyectos que requieran una capacidad de computación mucho más elevada que la que puede obtenerse de ordenadores convencionales.
Las infraestructuras tecnológicas, como este nuevo ordenador cuántico, pueden ser un elemento necesario para el desarrollo de una política de I+D+i ambiciosa y de vanguardia. En la página Science.eus podemos encontrar un inventario pormenorizado de infraestructuras tecnológicas públicas y privadas disponibles en Euskadi. Algunas infraestructuras están disponibles para investigadores de cualquier centro de investigación y otras, no.
Sin embargo, disponer de infraestructuras no es suficiente para que la política de I+D+i tenga impacto.
El impacto se logra desarrollando ciencia que se convierte en tecnología y acaba dando soluciones mejores a los problemas de las personas. Las tecnologías cuando son nuevas y tienen actividad inventiva pueden protegerse con patentes o secreto industrial y son activos de tecnología que, a su vez, forman parte de los activos inmateriales de un balance.
El pasado mes de febrero, la SPRI convocó un concurso que va en esta dirección. SPRI convocó una licitación para: «Servicios de análisis y valorización de activos tecnológicos en el marco de la iniciativa Basque Tek Ventures«. La licitación se divide en tres lotes: tecnologías en el ámbito de la industria inteligente, energía limpia y sostenible y salud y alimentación. Cada lote tiene un límite de evaluación de 10 activos.
Existen múltiples herramientas para valorar Activos de tecnología que no necesitan de un gran conocimiento ni un gran presupuesto. El IPScore de la EPO es una de ellas.
Está bien el valorar esos supuestos 30 activos tecnológicos propiedad de la Red Vasca de Ciencia Tecnología e Innovación aunque, en mi modesta opinión, lo relevante en un primer momento es disponer de un inventario completo de activos tecnológicos. Un activo tecnológico tiene que tener forma de patente o secreto industrial. No sé si serán 30, 12 o 237 pero lo relevante es conocer esos Activos de tecnología. Antes de valorar la tecnología, es necesario conocer su nivel de madurez o TRL. A menor madurez, lo habitual es encontrar un mayor rango de la valoración. El siguiente paso es nombrar un responsable para dar a conocer esos activos de tecnología, tener impacto y resolver problemas.
En el largo camino hacia el impacto, un paso esencial es identificar los activos de tecnología y su nivel de madurez; tener un inventario de activos tecnológicos. He buscado pero no he encontrado nada similar a un inventario de activos de tecnología del País Vasco.