Estas dos últimas semanas he estado trabajando con una micropyme de tres personas: la socia fundadora, una trabajadora y un trabajador.
Nos llegó su caso porque tenían intención de realizar una inversión para desarrollar una App pero antes necesitaban saber si esa innovación era lo que tenían que hacer en su negocio.
He trabajado seis horas con ellas. Las conclusiones han sido muy buenas: estáis haciendo lo correcto. Esa «innovación» no os aporta nada y os va a despistar. Ellas tienen un modelo de negocio sencillito pero completo. Tienen capacidad y hay mercado para sacar mayor provecho de su actual modelo. O sea hay oportunidad de crecer y ellas tienen la capacidad para hacerlo. El modelo de negocio necesita pequeños ajustes, ninguna inversión e identificar herramientas ya disponibles que puedan incorporar a su actual modelo de negocios.
A veces me da la sensación de que estamos volviendo loco al personal empujándolo a «innovar» cuando lo único que tienen que hacer es ser coherentes con lo que ya hacen y aprovecharlo al máximo. Lo que se conoce como enfoque.
Hay que hacer aquello que tenga sentido; no siempre, innovar es la respuesta.