- Mi empresa se hunde, quiero salvarla y necesito un plan de viabilidad (otra versión es: tengo una gran idea de negocio y necesito un plan de negocio)
- Perfecto. ¿Quiénes son sus clientes?
- Todos los que pasan por el local o me llaman por teléfono para pedirme un presupuesto. Pero cada vez hay menos transeúntes y menos llamadas.
- ¿Por qué prefieren su empresa frente a las demás?
- No lo sé.
- ¿Por qué sus clientes prefieren a sus competidores frente a usted?
- No sé quiénes son mis competidores.
- ¿Cuántos clientes cree que puede haber para su producto?
- Muchos
- ¿Puede ser más concreto?
- Me temo que no.
- ¿Cuánto quieren pagar sus clientes por sus productos?
- Muy poco. Para los clientes, los productos son siempre caros.
- ¿Qué piensa de sus clientes? ¿Confía en ellos?
- Los clientes son unos sinvergüenzas que sólo quieren apretarnos y, si pueden, llevárselo gratis.
- ¿Cuando fue la última vez que tuvo una conversación con un cliente?
- No entiendo
- Una conversación comienza con una pregunta y sigue con la escucha atenta del otro.
- No solemos visitar a los clientes y menos conversar con ellos.
- Entiendo
- ¿Qué hay de mi plan de viabilidad?
- Sí, su plan claro. Cierre la puerta y salga.
- ¿Me está diciendo que cierre la empresa?
- No, le estoy diciendo que salga a conversar con sus clientes. Cuando sea capaz de contestarme a las preguntas que le he hecho, el plan lo hacemos en una tarde.
¿Cuántas veces creéis que he tenido una conversación parecida a ésta en los últimos meses?