Euskadi: Innovador fuerte también en 2025


Euskadi repite como región Innovadora fuerte (Strong Innovator) en el EIS – European Innovation Scorecard de 2025. La puntuación de 2025 (121,66) es muy similar a la de 2024 (120,85). Euskadi es la tercera región española en el índice por detrás de Cataluña (124,7) y por delante de Madrid (119,5) y Navarra (116,3). En España, no hay ninguna region Innovadora líder y solo cuatro innovadores fuertes; las cuatro regiones mencionadas.

Euskadi está lejos de las regiones innovadoras líder. La puntuación necesaria para llegar a esa clasificación es de un mínimo de 140 puntos.

La región Innovadora Líder que ocupa el primer lugar de la clasificación es Estocolmo con una puntuación de 174,98 puntos.

Desde 2014, Euskadi se mueve en una horquilla de 113 a 122 puntos con una muy ligera tendencia a la mejora, nada espectacular.

Como hemos descrito otros años, el Regional Innovation Index es un indicador sintético que se compone de tres grupos de indicadores: Entrada de proceso (Input); indicadores de proceso (Proceso) y Salida de proceso (Impacto). La entrada de proceso es la materia prima que ponemos para fabricar innovación. Los indicadores de proceso nos dicen cuánta innovación producimos al menos en teoría. El Impacto mide la calidad de esa Innovación: si llega a solucionar problemas reales y graves de las personas que, por tanto, adquieren esa innovación.

Como es tradición, Euskadi puntúa bien en Input. En los indicadores de entrada (Input), la diferencia con Estocolmo no es grande e incluso los sobrepasamos en Acceso de banda ancha a internet y les empatamos en personas con estudios superiores.

En la parte de proceso, Estocolmo nos gana claramente en todos los indicadores. En algunos indicadores, la diferencia es muy alta como, por ejemplo, en publicaciones científicas internacionales en colaboración. También es notable la diferencia en solicitudes de patentes PCT y en proyectos colaborativos entre PYMEs innovadoras.

Finalmente, en los indicadores de Impacto, destaca la diferencia en la productividad de los trabajadores de Estocolmo y Euskadi, claramente a favor de Estocolmo. También es muy notable la diferencia a favor de Estocolmo en el indicador de PYMEs que introducen innovaciones de producto. Hay un indicador en que Euskadi parece mejor que Estocolmo: Ventas de novedades para el mercado o para la empresa. Este es un indicador «trampa» ya que todas las empresas lanzan productos nuevos todos los años; productos que no tienen que ser novedosos para el mercado aunque lo sean para la propia empresa. No es un buen indicador para evaluar el impacto de las innovaciones.

Me gustaría introducir aquí una comparación de la evolución de los países del Este de Europa que se fueron incorporando a la Unión Europea a comienzos de siglo. Tomaremos Praga como la región que está siendo un buen ejemplo y que ya ha superado a Euskadi. Estonia y la región de Eslovenia junto a Italia están avanzando muy rápido también.

Las conclusiones parecen sencillas:

  • Euskadi sigue lejos de las regiones que son innovadores líderes.
  • Euskadi no progresa en innovación, manteniendo una puntuación bastante estable en los últimos 8 años.
  • Las regiones del Este de Europa están empezando a sobrepasar a Euskadi cuando han partido en clara desventaja.

2 pensamientos en “Euskadi: Innovador fuerte también en 2025

  1. Como siempre, un interesante análisis, ¡gracias, Iñigo!

    Para mí lo más significativo y objetivo es que nos hemos estancado en los últimos 3 años. Creo que nos deberíamos centrar en esto, porque este tipo de estadísticas creo que valen más para ver evoluciones que para analizar los puntos que te asignan en cada edición. Y nosotros NO PODEMOS permitirnos estar estancados.

    El crecimiento escaso que apuntas entre 2014 y 2023 (con un bajón intermedio en 2021 y 2022 que quizás podría ser achacable a la COVID), hay que tener en cuenta que estuvo condicionado por una de las peores crisis que hemos sufrido, que empezó en 2008 y arreció en España en 2012. No se trata de buscar excusas, pero creo que es un dato fundamental que no se puede obviar.

    En la comparativa con el este de Europa mencionas Estonia (en el panel europeo consta como un país completo, no tiene divisiones regionales), la región de Praga (capital nacional) y la región de Eslovenia cercana a Italia. Para mí (es una visión personal), nunca será homogéneo comparar una región capital de un estado con una región normal, por la natural concentración de sedes de grandes empresas que tienen, que suelen ser tractoras en innovación y distorsionan enormemente su foto. Así que, de esos 3 casos, solo contaría con la región de Eslovenia cercana a Italia.

    De ahí deducir que, en general, en el este de Europa empiezan a superarnos, me parece exagerado, viendo, además, que la inmensa mayoría de su regiones son calificadas como «emergentes» (el escalón más bajo). Por comparar, todas las demás regiones españolas están por encima («moderadas»), y las de Portugal excepto 1.

    Por último, me sigue llamando enormemente la atención la amplitud de regiones francesas, italianas e, incluso, alemanas que son también «moderadas». En Italia, todas menos 3, ¡incluyendo Roma!

    Volviendo al principio: en este ámbito me da la sensación de que en Euskadi nos hace falta un revulsivo, porque percibo un ambiente de agotamiento de las estrategias y actuaciones que hasta ahora se han desarrollado, de haber entrado en una meseta de rutina que no da para más.

    En las empresas, principales actores en todo esto, sigo oyendo los mismos argumentos, quejas y, por qué no decirlo, excusas, respecto de todo lo que se refiere a innovación (estrategias, capacidades y actuaciones propias), respecto de las políticas del gobierno, respecto de las agentes involucrados, respecto de quién y cómo «se aprovecha» de todo esto…

    En los centros tecnológicos y entidades públicas y privadas de impulso a la innovación, a pesar de todo el esfuerzo (mal valorado) que se hace, veo también un agotamiento y una falta de actuaciones diferentes, radicales, creativas y eficaces.

    Una de las cosas que más me duele es que estamos en pleno proceso de renovación generacional en todos los ámbitos, pero no veo que esto signifique un cambio sustancial en esta situación de estancamiento. Algo hemos hecho mal a la hora de formar a las nuevas generaciones para que tengan mucha más visión estratégica y sean más audaces en innovación. Quizás es que este cambio generacional todavía no ha alcanzado un nivel suficiente, o que éste se está produciendo pero aún no se ve suficientemente.

    En cualquier caso, este «déjà-vu» continuo, este acomodamiento de todas las partes, hace tiempo que no tiene justificación ni en la crisis ni en la pandemia ni en el tamaño, ni en «no sé cómo se hace», ni en el «no tengo dinero». Solo el ejemplo de otras partes de Europa nos tenía que haber movilizado mucho más. A todos.

    Como soy optimista por naturaleza, estoy seguro de que vamos a ver cambios importantes en poco tiempo: aunque solo sea porque cada vez es más notorio el cambio de era y de formas de hacer en la sociedad en general, y en el mundo empresarial en particular.

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    • Muchas gracias, Juan. Como bien dices, lo importante son las tendencias. Y la tendencia no ha cambiado en ninguna de los tres componentes. Seguimos muy fuertes en la “entrada” del proceso pues parece que invertimos mucho pero no somos capaces de traducir ese esfuerzo inversor en nueva tecnología e impacto. Tenemos que cambiar esas tendencias y eso pasa por querer ser más ambiciosos en términos de desarrollo tecnológico (muchas muchas más patentes) y empresarial: ser líderes de mercados globales. Y además de eso, hay que cambiar lo que hacemos: investigar y desarrollar pensando en resolver problemas reales, conocer de verdad el Estado-del-Arte, proteger las soluciones con patentes robustas y viajar mucho para vender más. Es fácil. Solo hay que querer.

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