Innovación para el impacto


El viernes 14 de junio se clausuró el curso de especialización en Patentes en el ámbito de la empresa que organiza Mondragón Unibertsitatea y que dirige magistralmente Ismael Igartua de Galbaian. Ismael me invitó a hacer una ponencia como antiguo alumno. Muy agradecido, hice la siguiente presentación: «Innovación para el impacto»

En resumen, lo que vine a decir es que la estrategia de PI es la palanca que provoca el impacto de las empresas industriales y de base tecnológica.

Las empresas solucionan problemas de los clientes. Lo hacen utilizando conocimiento y experiencia, tecnología, que los clientes no tienen. Saber cuál es esa tecnología única y genuina de la empresa es el primer paso. El segundo paso es decidir cómo se protege. El tercero es hacerla evolucionar gracias a la integración de más personas.

Escribí hace tiempo que lo importante no es patentar sino el proceso que te puede llevar a tener una patente excelente. La estrategia de PI empieza reconociendo esa tecnología única y genuina de la empresa que le permite solucionar el problema del cliente. Para ello es fundamental conocer el Estado del Arte más próximo. La empresa añade su conocimiento y tecnología genuinos, un invento. El segundo paso es decidir cómo se protege ese invento: patentes, secreto industrial, diseño, derechos de autor, marcas, secretos comerciales, etc. No hay una receta.

Hasta aquí hemos puesto las bases para crear impacto. Un invento no es una innovación si no se vende. La estrategia de PI protege inventos para evitar que se copien. Para vender, necesito divulgar el invento. Y cuando empiezo a divulgarlo, compruebo que mi invento no encaja bien con el resto de tecnologías que el cliente utiliza. Sacar una tecnología vieja para poner un invento nuevo no es algo automático: para implantar un airbag, los volantes deben rediseñarse.

Vender un invento nuevo necesita tiempo; a veces, mucho tiempo. Necesitamos tiempo para convencer a los clientes que nuestro invento le permite solucionar mucho mejor sus problemas y crear mucho más valor. Necesitamos tiempo para conocer cómo encajar nuestro nuevo invento donde muy seguramente había una tecnología antigua que estaba conectada con otras tecnologías con las que nuestro nuevo invento debe encajar. Necesitamos tiempo para preparar esas interfaces. Necesitamos tiempo para preparar a las personas para el cambio.

Durante todo ese tiempo, tenemos que poder comunicar sin miedo a ser copiados. Porque si nuestro invento soluciona muy bien el problema del cliente, nos van a intentar copiar.

La estrategia de PI protege nuestras ventas y permite empezar a crear el impacto.

La estrategia de PI evita la copia y esto tiene una segunda derivada: permite proteger la diferencia de nuestro invento durante 20 años (menos el tiempo que nos haya costado tener las primeras ventas). Cuando algo es diferente, es más difícil hacer comparaciones de precio. No se pueden comparar «peras con manzanas». La segunda derivada es que la estrategia de PI permite proteger el precio y el margen.

La tercera derivada de la estrategia de PI es la caja. Lo habitual es que un producto con más margen permite un flujo de caja superior.

La cuarta derivada es que un flujo de caja superior permite reinvertir y crear mejor empleo para seguir creando mejor tecnología.

El impacto final de las empresas de base tecnológica es que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de los entornos sociales donde se ubican.

Y estos son los impactos que se buscan en Europa y que he descrito en otras entradas.

La estrategia de PI es lo que está detrás del auge de los países que los más mayores hemos visto pasar de la pobreza de los años 60 y 70 a la vanguardia del mundo: Japón, Taiwán, China, Corea del Sur y que ahora están experimentando la mayor parte de los países de Europa del Este.

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