Euskadi: Innovador fuerte. Una lectura complementaria


Esta semana se ha podido leer en Noticias de Gipuzkoa y en una nota de prensa de Eustat que Euskadi logra entrar en el grupo de Innovadores fuertes (Strong Innovators) de Europa. La fuente de los datos es el European Innovation Scorecard – EIS. No es una noticia nueva pero, no sé por qué, se ha colado otra vez entre las noticias económicas relevantes de la semana. Es una buena noticia que no conviene que nos despiste pues queda muchísimo camino por recorrer. Así que podemos tomarnos una caña para celebrarlo pero, en modo alguno, creo que se puede sacar pecho. Creo que las cifras cuentan una historia menos optimista que lo que se pueda creer.

Hace unos meses expliqué que el Indice de Innovación es un indicador sintético que agrupa muchos indicadores tanto a nivel nacional como regional. Dado que Euskadi es una región, las comparativas que hago son a nivel regional y toman en consideración los indicadores disponibles a nivel regional. en el nivel regional hay 30 indicadores disponibles; en el nivel nacional, el número de indicadores es de 76.

Los indicadores se agrupan en 5 grupos. El grupo 1 trata de las personas y su formación y de los resultados de investigación. El grupo 2 agrupa los indicadores de gasto en I+D, inversiones tanto públicas como privadas y digitalización. El grupo 3 tiene que ver con resultados intermedios de la actividad de I+D como registro de patentes, diseños y marcas y la introducción de nuevos productos en el mercado. El grupo 4 tiene que ver con las ventas y exportaciones de productos nuevos y el empleo de personas en empresas u organizaciones intensivas en conocimiento. El grupo 5 tiene indicadores de contexto y solo tiene datos a nivel nacional.

Es una buena práctica el analizar los indicadores como una forma de describir un proceso. Esto se aplica también a la innovación. Lo que hago es organizar los indicadores en tres grupos:

  • Indicadores de entrada: son la materia prima que me permite alimentar el proceso. En nuestro caso, son indicadores de los grupos 1 y 2.
  • Indicadores de proceso: describen qué se va consiguiendo a lo largo del proceso (patentes y diseños, por ejemplo). Son indicadores que están en el grupo 3.
  • Indicadores de resultado: describen el impacto. Lo que el proceso consigue. Son indicadores de los grupos 3 y 4.

Para que la historia de lo que nos cuentan los indicadores se entienda mejor, he comparado Euskadi con otras regiones «Innovadores fuertes» y con dos «Innovadores líderes». Los «innovadores fuertes» son: Madrid, Cataluña y la región de Dublín. Los «innovadores líderes» son las regiones de Helsinki y de Estocolmo, siendo Helsinki, si no me equivoco, la región líder en innovación de Europa.

El Índice de Innovación dice que Euskadi (puntuación de 119,1) es algo más innovadora que Madrid (115,7) y Cataluña (114,9); no está lejos de Dublín (134,5) y estamos algo más separados de Estocolmo (162,4) y Helsinki (165). Las diferencias pueden parecer reducidas, en principio.

Para entender mejor la historia, me he hecho tres gráficos:

Input – proceso: Euskadi mete más «gasolina» (133,64) que Cataluña (130,92) pero menos que Madrid (145,02) y Dublín (161,84). Por supuesto, estamos lejos de lo que meten Helsinki (196,92) y Estocolmo (193,70). Con esa gasolina, Euskadi (115,82) alimenta un motor que parece mejor que el de Madrid (108,91) pero peor que el de Cataluña (119,16) y Dublín (118,28); quedan muy lejos de Helsinki (195,15) y Estocolmo (180,67). El motor de Cataluña parece mejor que el de Madrid y Euskadi ya que con menos gasolina parece tener mejor comportamiento.

Proceso – Impacto (2): (Es importante anotar aquí que no tomo en consideración una pregunta trampa que distorsiona todo el índice: una empresa que introduce un producto nuevo para ella no hace innovación. Si la empresa X hace camisetas y dentro de un año, lanza una línea de calcetines; es evidente que X está lanzando un producto que no existía en su catálogo pero los calcetines hace años que se ofrecen en el mercado. Aquí no hay ninguna innovación.) ¿Qué nos dice este gráfico? Nos dice que el recorrido del motor de innovación de Euskadi (100,32) es muy superior al de Cataluña (89,95) y Madrid (85,07) aunque queda muy lejos de Dublín (149,98) y no digamos nada de Helsinki (210,34) y Estocolmo (207,80).

El tercer gráfico pasa de la entrada del proceso al impacto final del mismo.

En definitiva, vemos tres zonas diferenciadas:

  • El grupo de innovadores líderes (Helsinki y Estocolmo) que ponen gasolina, tienen buenos motores y alcanzan impactos notables.
  • El grupo de innovadores fuertes que no pueden poner tanta gasolina cuyo motor no parece gran cosa pero consiguen impactos en línea con el esfuerzo realizado.
  • El grupo de España donde competimos por poner tanta gasolina como los innovadores fuertes y los innovadores líderes pero nuestro motor que no parece gran cosa, confirma que no lo es y no alcanza para tener un impacto similar a los innovadores fuertes.

En mi opinión, hay que ponerse las pilas.

Para el que quiera enredar un poco:

Un pensamiento en “Euskadi: Innovador fuerte. Una lectura complementaria

  1. Como siempre, un buen análisis y, sobre todo, un punto de vista crítico necesario para saber en dónde estamos y qué debemos mejorar. Porque, estoy completamente de acuerdo, tenemos todavía muchísimo que mejorar.

    Sin embargo, hay varias cuestiones que creo que también sería interesante considerar, aunque me parece muy complicado estimar su impacto en nuestra situación actual:

    1. Las regiones que has usado de comparación, salvo Cataluña, son capitales de estado. Normalmente una capital está «dopada» en todas sus cifras económicas/empresariales (en Alemania no, pero creo que sí ocurre en la inmensa mayoría de países), porque acumula muchas más y mucho más potentes corporaciones empresariales e instituciones tecnológicas y científicas que el resto del país. Y la actividad que muchas desarrollan fuera de la capital, se asigna a su CIF que está implantado en la capital.
    2. Evidentemente, el tamaño demográfico y el entorno geográfico de un aregión condiciona en gran medida la actividad actual y la posibilidad de crecer/desarrollar la economía.
    3. La historia económica/empresarial de cada región/país también la condiciona enormemente.

    – Euskadi es una región muy pequeña desde todo punto de vista.
    – No somos capital de estado y estamos alejados de ella, en la periferia.
    – Nuestra geografía ha sido un freno a la hora de desarrollar grandes empresas, buenas comunicaciones, facilitar la movilidad de la población, etc.
    – A tanto llegó esa limitación, que toda empresa que superara cierto tamaño, se tenía que ir. Y solo en Álava había posibilidades de mantenerse en Euskadi, otras muchas se fueron a otras regiones cercanas.
    – Hemos sufrido muchos años de terrorismo, lo que ha afectado enormemente a nuestra economía y sociología.
    – Hasta hace pocas décadas prácticamente no teníamos producto industrial elaborado propio.
    – Éramos el taller de subcontratación de los grandes fabricantes europeos.
    – Prácticamente solo vendíamos en el exterior a los clientes europeos que venían a comprarnos.
    – No teníamos plantas fuera y el resto del mundo nos era desconocido.
    – No invertíamos nada en I+D.
    – Prácticamente no teníamos universidades ni titulados.
    – No teníamos tradición ni equipamientos de ciencia. Ni científicos.
    – Y, en general, en España la situación todavía era peor. Ni tan siquiera la capital ejercía un efecto impulsor de estos aspectos en el resto del país. La visión y prioridades de los gobiernos no iban por estos derroteros.

    Todo esto, sin que nos sirva de excusa para dormirnos en los laureles, también es importante tenerlo en cuenta. Y, efectivamente, este informe da para brindar con una cerveza. Ojalá cuanto antes podamos hacerlo con un buen caldo de mayor prestigio.

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