El puzzle de la Innovación en Euskadi


Agradecimiento: Muchas gracias Julián (@estrategiapi) por la labor de investigación y la presentación de Hermann Simon.

A raíz de la presentación del «Informe de Competitividad del País Vasco 2015» elaborado por Orkestra, el Diario Vasco ha publicado dos artículos y una entrevista con Mikel Navarro, investigador senior de Orkestra.

En «La falta de producto propio con valor añadido lastra la competitividad de la empresa vasca» se destaca que las empresas vascas tienen un tamaño pequeño, poca capacidad financiera y sus exportaciones son de productos de nivel tecnológico medio-bajo. Esto hace que estas empresas tengan que competir con países de costes más bajos pero con un nivel de desarrollo suficiente. En otras palabras, nuestras empresas compiten en precio por productos poco diferenciados. Esto conlleva reducción de márgenes que, por supuesto, lastra el crecimiento orgánico y el tamaño. La pescadilla que se muerde la cola. El artículo también destaca que la inversión en I+D+i es clave. En este sentido, el porcentaje de empresas innovadoras (45,4%) en Euskadi es superior al porcentaje español (33,6%) pero muy inferior al de Alemania (66,9%).

Esta visión no excesivamente positiva se compensa en el artículo «Una treintena de campeones ocultos«. En este artículo se destaca que en Euskadi hay «treinta empresas de éxito, líderes en nichos de mercado internacionales (LMI)». El concepto de «campeón oculto» fue acuñado por el alemán Hermann Simon para identificar a esas empresas poco conocidas que lideran segmentos de mercado muy especializados y cuya proliferación permite a países como Alemania una primacía industrial y un alto nivel de vida. Según el artículo, la tasa de campeones ocultos en Euskadi es de 14 campeones por cada millón de habitantes. Esta tasa está muy cerca de la tasa alemana. Según el cálculo del propio Hermann Simon en esta brillante y muy recomendable presentación Hidden Champions, Alemania tiene 16 campeones ocultos por millón de habitantes. Pero si seguimos en esa misma presentación, Simon identifica 11 campeones ocultos en España, o sea 0,2 campeones por millón de habitantes. Según Orkestra, en Euskadi hay 30 campeones ocultos; según Simon, en España, hay 11 campeones ocultos. Alguien no está contando bien. Como referencia, un típico campeón oculto según Simon sería la empresa de electrodomésticos alemana Miele: 3.150 millones de facturación, 17.250 empleados y más de 5.000 patentes. Yo me pregunto: ¿Cuántas de éstas tenemos en Euskadi?

Finalmente en la entrevista a Mikel Navarro, éste afirma que «el esfuerzo inversor (en I+D+i) no fructifica en patentes, en ventas de nuevos productos, innovación o tecnología. En Euskadi contamos con todas las piezas: universidades, centros de investigación básica y aplicada, formación profesional… Pero no están conectados y eso provoca que el sistema no sea eficiente».

En mi opinión, Mikel Navarro tiene mucha razón. En primer lugar, el esfuerzo colectivo a través de las ayudas del Gobierno Vasco y la inversión de las empresas no tiene el impacto que un esfuerzo similar tiene en otras regiones. Hay una clara falta de eficiencia en el gasto. En segundo lugar, estoy de acuerdo en que ese impacto debe medirse en patentes, siempre que éstas se entiendan como una parte del proceso, no como un resultado final. Porque, en tercer lugar, el impacto real final debe ser en ventas y beneficio que permite crear empleo de calidad y bienestar social. Y no me parece mal que como indicador se utilice el número de campeones ocultos por millón de habitantes; eso sí, siendo estrictos en el conteo.

Por lo tanto, casi estoy de acuerdo con Mikel en que casi contamos con todas las piezas. Nos falta una pieza: acceso a mercado. Lo escribí hace tiempo en «Qué es una empresa grande«: Lo importante no es el tamaño de la empresa, lo importante es la participación de mercado y la ventaja o desventaja que tenemos con el competidor más cercano. Necesitamos empresas que quieran liderar mercados, que sepan segmentarlos adecuadamente y que construyan posiciones sólidas (gracias a patentes entre otras cosas) defendibles frente a otras alternativas.

Parece que tenemos todas las piezas excepto auténticos campeones ocultos.

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